Los pequeños agricultores enfrentan una serie de riesgos relacionados con la producción, las transacciones y los recursos humanos, los cuales afectan a menudo sus actividades agrícolas así como también sus medios de subsistencia. La producción agrícola puede variar de una temporada a la otra debido a los vaivenes del clima, especialmente en los países donde la agricultura es predominantemente de secano. La producción agrícola también puede verse afectada por enfermedades, plagas y otros factores naturales. Así, se enfrentan también a riesgos de los recursos humanos asociados con la muerte, enfermedad y discapacidad que pudieran afectar a los/las agricultores/as y los miembros de su familia. Asimismo, pueden incurrir en pérdidas como consecuencia de la incapacidad de hacer cumplir los contratos así como también por la vulnerabilidad frente a los riesgos jurídicos derivados de las legislaciones agrícolas o de normas regulatorias. Los pequeños agricultores también están expuestos a la incertidumbre en el acceso a los mercados y a los riesgos de los altos precios que a veces pueden presentarse o acentuarse por las ineficiencias en los mercados o intervenciones políticas. Este resumen ofrece una visión general de las diferentes herramientas de seguros que pueden ser utilizadas por los agricultores para manejar los riesgos (véase el cuadro 1 para una visión general de los riesgos en las explotaciones).